2025 está aquí: Claves para sobrevivir a la Ley Europea de Accesibilidad

La European Accessibility Act (EAA), o Ley Europea de Accesibilidad, representa un cambio de paradigma en la inclusión digital dentro de la Unión Europea. Aprobada en 2019 y con plazos de cumplimiento que arrancan en 2025, esta normativa busca eliminar barreras para las personas con discapacidad en productos y servicios esenciales, desde plataformas digitales hasta dispositivos físicos como cajeros automáticos.

A continuación hemos compilado una serie de cuestiones clave para entender y navegarla, sin que nuestro proyecto digital sufra de ningún contratiempo.

¿Qué es la EAA y a quién afecta?

Con la EAA no estamos hablando de un conjunto de recomendaciones, sino de una directiva vinculante que establece requisitos mínimos de accesibilidad para garantizar la igualdad de acceso a bienes y servicios.

Su aplicación afecta a cualquier entidad, pública o privada, que opere en la UE y ofrezca productos o servicios en sectores clave como comercio electrónico, banca digital, transporte o telecomunicaciones. 

 Entre los productos afectados encontramos equipos informáticos de consumo (ordenadores y sistemas operativos),terminales de autoservicio como cajeros automáticos, máquinas de pago, expendedoras de billetes y dispositivos interactivos de información (excepto los integrados en medios de transporte). También se incluyen los lectores electrónicos y terminales para servicios de comunicación audiovisual o electrónica.

En cuanto a los servicios, se habla desde telecomunicaciones y acceso a contenidos audiovisuales hasta servicios bancarios digitales, comercio electrónico y elementos clave del transporte de pasajeros (como webs, apps, billetes electrónicos e información en tiempo real). Además, aplica a libros electrónicos y programas asociados, así como a terminales interactivos para prestación de servicios dentro de la UE.

Excluye expresamente contenidos estáticos publicados antes del 28 de junio de 2025 (por ejemplo, archivos históricos en webs), materiales pregrabados anteriores a esa fecha y contenidos de terceros no gestionados directamente por la empresa.

¿Está mi empresa obligada a cumplirla?

Aunque la norma es amplia, no todas las empresas están obligadas a cumplirla en los mismos términos. Las microempresas —definidas como aquellas con menos de 10 empleados y una facturación anual inferior a 2 millones de euros— quedan exentas. Sin embargo, se recomienda adoptar prácticas accesibles como estrategia de responsabilidad social. 

Además, la directiva contempla excepciones en casos de carga desproporcionada, es decir, cuando los costes de adaptación superen claramente los beneficios, o cuando los cambios alteren la naturaleza esencial de un producto. Un ejemplo citado en la normativa son los cómics digitales, donde el alto contenido visual podría justificar limitaciones en la accesibilidad textual.

¿Qué requisitos técnicos exige?

La European Accessibility Act (EAA) establece requisitos de accesibilidad para productos y servicios en la UE, pero no define estándares técnicos directamente. En su lugar, adopta la norma EN 301 549 como referencia clave, que a su vez integra las WCAG 2.1 nivel AA como base para accesibilidad digital. La EN 301 549 no solo incluye los criterios de las WCAG 2.1 AA para contenido web y aplicaciones móviles, sino que amplía su alcance a componentes físicos (como hardware, terminales de autoservicio y dispositivos de telecomunicaciones) y servicios complementarios (documentación accesible, interoperabilidad con tecnologías de asistencia)

¿Cuáles son los plazos y consecuencias? La cuenta atrás está en marcha

El 28 de junio de 2025 es la fecha crítica: a partir de entonces, todos los productos y servicios nuevos deben cumplir con la EAA. Para aquellos ya existentes, como máquinas expendedoras instaladas antes de esa fecha, el plazo se extiende hasta 2030. Las sanciones por incumplimiento varían según el país, pero en España pueden alcanzar hasta un millón de euros, además de dañar la reputación de la marca y restringir su capacidad para operar en el mercado europeo.

Bueno, ¿Y si yo introduzco una nueva funcionalidad en mi web?

Las modificaciones parciales de productos y servicios ya exitentes (ej. actualizar una sección o añadir funcionalidades en una web), pueden ser difíciles de interpretar porque, en principio, solo las partes alteradas deben ser accesibles, mientras el resto mantiene el plazo hasta 2030. Sin embargo, cambios estructurales profundos (como un rediseño total) podrían interpretarse como un "nuevo" servicio/producto, exigiendo accesibilidad completa antes de 2025. El contenido nuevo publicado antes de esa fecha debe ser accesible desde su lanzamiento, y se excluyen archivos estáticos no modificados y contenido de terceros. La recomendación clave es priorizar la accesibilidad en áreas críticas (formularios, compras en webs y apps por ejemplo) y evitar rediseños integrales anticipados para no adelantar obligaciones.

A mi no me afecta; ¿Porqué voy a cumplirla?

La European Accessibility Act (EAA) es una directiva dinámica que busca armonizar requisitos de accesibilidad en la UE, pero su alcance no es estático. La Comisión Europea ya ha identificado productos y servicios clave (como e-commerce, transporte y telecomunicaciones), pero el texto legal permite futuras actualizaciones para incorporar más sectores, especialmente aquellos con alto impacto en la vida diaria. 

Por si esto fuese poco, la Comisión Europea estima que 87 millones de personas en la UE tienen alguna discapacidad, un grupo que representa un poder adquisitivo significativo pero históricamente ignorado. Por ejemplo, en España, solo el 28% de las aplicaciones móviles se consideran accesibles, lo que limita el acceso a servicios básicos como banca o transporte. Adaptar productos y servicios no solo cumple con la ética empresarial, sino que permite captar a este segmento, junto a usuarios mayores (el 21% de la población europea supera los 65 años) y personas en entornos con limitaciones tecnológicas.

Además, los sitios accesibles suelen posicionarse mejor en motores de búsqueda. Los sitios web accesibles suelen seguir prácticas como:

• Estructura semántica clara (uso correcto de encabezados HTML), favoreciendo la indexación en motores de búsqueda.
• Contenido mejor etiquetado (texto alternativo en imágenes, transcripciones en vídeos), que enriquece los metadatos y mejora el posicionamiento orgánico.
• Navegación intuitiva, reduciendo la tasa de rebote y aumentando el tiempo de permanencia, factores clave para algoritmos como Google

Finalmente, el diseño inclusivo impulsa soluciones que benefician a grupos más amplios, como el control por voz ahora utilizado en los dispositivos hands-free de los automóviles o la navegación simplificada que mejoran la experiencia de personas con baja alfabetización digital o entornos con conexiones lentas.

Estas innovaciones, además de cumplir con estándares como las WCAG 2.1 AA, posicionan a las empresas como líderes en usabilidad y responsabilidad social.

España: Un panorama en evolución

España ha avanzado en la transposición de la EAA mediante la Ley 11/2023 y el Real Decreto 193/2023, que amplían las obligaciones a sectores como energía, agencias de viajes o plataformas digitales emergentes. Aunque el sector público está obligado desde 2020 a cumplir con el RD 1112/2018, las empresas privadas tienen hasta 2030 para adaptar productos ya existentes. 

En definitiva, la EAA es un catalizador para construir una economía digital más justa. Su implementación no solo evita sanciones, sino que abre puertas a mercados desatendidos y fomenta una innovación centrada en las personas. Con el 28 de Junio de 2025 a la vuelta de la esquina, el momento de actuar es ahora: la accesibilidad ya no es un extra, sino el estándar mínimo para competir en Europa.